La Vascular, es segunda forma de demencia, detrás del Alzheimer
Escrito por: JOSÉ SILIÉ RUIZ
Uno de los aspectos más dañinos al sufrir un derrame cerebral, el Accidente Cerebro Vascular (ACV) de tipo isquémico, el ictus, es que además de la alta mortalidad, los daños físicos y de la invalidez que puedan producir, se acompañan con frecuencia de deterioro cognitivo y de demencia.
El trabajo más completo y actualizado que se ha hecho hasta hoy sobre el tema de la demencia por infartos cerebrales se publica este año en la prestigiosa revista Stroke. 2011 (42: 607-612) con el título de ¨Prevalencia de la demencia temprana tras un primer ictus. Un estudio de base poblacional de 24 años¨.
Esta investigación, bajo la dirección del neurólogo Dr. Yannick Bejot, hizo una revisión de esos años en la población francesa de Dijon, concluyendo que del 7 al 23 por ciento de los pacientes con los ACV isquémicos, desarrollaban una demencia de nueva aparición al año siguiente del primer evento isquémico. Tiene a su favor esta investigación la larga revisión en tiempo, a diferencia de otros trabajos.
En mi condición de neurólogo, esto lo vemos con frecuencia, pero voy a referirme a un caso en particular, al que llamaremos ¨Juanito¨, por la confidencialidad médica, que es sagrada. El paciente, un productivo intelectual sexagenario, padeció un ACV isquémico de importancia en un territorio vascular cerebral con extensa lesión permanente.
Logramos que sobreviviera al ictus inicial, luego sufrió una depresión reactiva, que es muy común en estos casos, una vez el paciente se ve invalidado en cierta medida. Un importante déficit de su hemicuerpo izquierdo se presentó, pero respondió muy bien a terapia física intensiva.
Los daños de la isquemia, que en ocasiones son micro infartos que van menoscabando las funciones cerebrales cognitivas, van alterando la memoria, el lenguaje, tanto el oral como el escrito se ven afectados.
Es muy común la llamada afasia nominal, el paciente no logra decir los nombres de cosas comunes, puede decir para qué las utilizamos, pero no logra denominarlas con sus calificativos correctos.
Las capacidades intelectuales se van minando, en ocasiones estos cambios pueden aparecer de forma aguda. Su producción intelectual no la podía cumplir a cabalidad, aunque lo enviamos a rehabilitación cognitiva, mucho se logró, pero fue jubilado. Su pensamiento lógico sufrió notoriamente, su memoria continuó deteriorándose, los olvidos aumentaban, surgieron conductas bizarras, agresividades, somnolencias, desorientaciones, dejaba puestas las llaves del carro, las puertas las dejaba abiertas, etc. Acciones que eran cada vez más evidentes.
Desarrolló una híper sexualidad, que nunca lograba concluir, con niveles de repetidos acosos a su compañera. Inició una religiosidad inusual en él, pero ayudó a canalizar sus impulsos emotivos. Otros síntomas orgánicos se presentaron, su rosto se hizo más inexpresivo y algo muy embarazoso para él, apareció incontinencia urinaria que en ocasiones era en lugares públicos. El caso de Juanito es que su esposa, con la que convive, se queja amargamente de su comportamiento, pero sus hijos, ausentes, no admiten que se está demenciando.
La Demencia Vascular, es la segunda forma de demencia superada sólo por el Alzheimer. Los elementos vasculares son de importancia: hipertensión arterial, diabetes, hipoperfusión cerebral, arritmias cardíacas, tabaquismo, alcoholismo, enfermedades del colágeno, las grasas elevadas en sangre, arteriopatías, falta de ejercicios. Noten que son numerosos los factores que han podido demenciar vascularmente a Juanito. Todo esto puede evitarse, pero debemos prevenirlo enérgicamente.
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